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viernes, 12 de diciembre de 2008

ACTIVIDAD ACUATICA

Medicina Deportiva


PublicidadLa actividad acuática mejora la vida del autista



Las III Jornadas de Avances, intervención e información sobre autismo celebradas en Albacete han reafirmado la importancia de las actividades acuáticas para elevar la autoestima de los niños con la patología.
Mercedes M. Rubio. Albacete 27/10/2008
Una de las actividades que potencian la autoestima y mejoran la calidad de vida de los niños con autismo y otros trastornos generalizados del desarrollo son los programas de actividades acuáticas adaptadas. La Asociación Desarrollo de Albacete lleva a cabo desde hace algunos años estos programas consiguiendo excelentes resultados. Las III Jornadas de Avances, intervención e información sobre autismo y otros trastornos generalizados del desarrollo, celebrados en Albacete lo ponen de manifiesto.

En la hidroterapia, el beneficio mayor es el aumento de la autoestima. Según Irene Lozano Pinilla, terapeuta ocupacional de la asociación y encargada de este programa, "conseguimos que los niños se muevan, que sean capaces de experimentar ese movimiento y de ver que realizan en el agua ciertas posturas y acciones que en el medio natural no hacen, pues son niños con serias dificultades físicas y cognitivas".

La metodología que se sigue es muy lúdica. "Se realizan sobre todo juegos que estimulan que los niños se muevan en el agua, se relajen, se relacionen. Utilizamos pelotas y diversos materiales de diferentes texturas y colores para que les llamen la atención".

Asimismo, los terapeutas ocupacionales encargados de este programa se centran en el vestuario, pues otro de sus objetivos es conseguir que estos niños se vistan, mejorando de esta forma su independencia. Para ello, el profesional trabaja con los padres y los cuidadores; es importante, apunta Irene Lozano, la colaboración de la familia. "Son niños con problemas severos a nivel motriz y es bueno el apoyo de los padres".

El beneficio que logran con el programa de natación adaptada es más deportivo que terapéutico. Tal y como detalla Álvaro Tortosa Sáez, técnico en actividades físicas y deportivas, son niños a los que les cuesta realizar ejercicio físico, dadas sus dificultades motoras, aunque también "conseguimos mejorar su calidad de vida y que aprendan a no tenerle miedo y a mojarse ciertas partes del cuerpo a las que, en principio, sienten rechazo".

El programa está estructurado en dos grupos, uno de perfeccionamiento y otro de iniciación, "que creamos al valorar a los niños en las primeras sesiones".

Metodología visual
En este caso siguen una metodología basada en los pictogramas. Según el técnico, se les "marca una sesión, muy estructurada, con un principio donde se ve el pictograma de entrada del agua, la parte principal donde se marcan los ejercicios del día, y la parte final con un juego y una vuelta a la calma, recogiendo todo el material. Como hay niños que saben leer, debajo de los pictogramas se les pone una pequeña frase para que la puedan identificar por las dos vías. También hay otros niños que no controlan los pictogramas y a ellos se les enseña una fotografía para facilitárselo". Lo que más cuesta a los monitores es introducir a los chicos en la metodología, pero, una vez conseguido, les enseñan los pictogramas para que ellos solos realicen los ejercicios.